Muchos de los impuestos actuales ya estaban en uso en la Antigüedad. La decisión sobre los impuestos ha pasado de los autócratas a los parlamentos y el nivel de impuestos ha aumentado. En épocas anteriores los impuestos se usaban para librar guerras, hoy los impuestos se usan para mantener los estados de bienestar.
Las culturas anteriores recaudaban impuestos significativamente menos de lo que es la situación actual. En la antigua Grecia y Roma, los derechos de aduana fueron una de las primeras formas de tributación. Administrativamente, la introducción de tales impuestos externos fue más fácil que la de los impuestos internos.
Los romanos comenzaron a usar un montón de diferentes formas de impuestos. Estos incluían el impuesto a la tierra, el impuesto a la vida, el impuesto a la herencia y los impuestos al consumo. Entre los impuestos indirectos, cabe mencionar el impuesto general sobre las ventas (centesima rerum venalium) impuesto por Julio César. Este impuesto a las ventas era del 1%.
También los actores locales desempeñaron un papel en la recaudación de impuestos. Estos pagaban al estado una cantidad fija o algún porcentaje de los impuestos que recaudaban. Julio César puso fin a esto y en su tiempo los funcionarios estatales recaudaban impuestos. Sin embargo, la recaudación de impuestos por parte de los lugareños ha jugado un papel importante en épocas posteriores. El gobierno central más débil ha podido reunir recursos con la ayuda de los lugareños. Por otro lado, esto ha llevado a la difícil situación de la gente en los malos tiempos, cuando además del gobernante, los "jefes" locales han podido aumentar la carga fiscal de manera bastante arbitraria.
Las primeras raíces de los impuestos son en parte bélicas. Se han recaudado impuestos de los territorios conquistados. La conscripción puede considerarse una forma de tributación. Los impuestos han sido un facilitador de las aspiraciones de poder de los gobernantes. La visión de la tasa impositiva más moderada de las culturas anteriores puede cambiar si el reclutamiento de personal militar se cuenta como una carga fiscal. El nivel de impuestos aumentó considerablemente durante la guerra. Por otro lado, se han protegido las fronteras estatales y se ha mantenido el orden a través de los impuestos. En años de escasez se ha ofrecido ayuda a los necesitados.
En la Europa medieval y moderna, hubo muchas luchas y guerras mutuas. Esto requirió recursos y obligó a los gobernantes a negociar con las élites locales sobre la organización de los impuestos. Los gobernantes tuvieron que crear sistemas de negociación para crear una tributación equilibrada y justa. Esto ha permitido un fuerte desarrollo de la vida económica. Los estados también han comenzado a endeudarse, inicialmente para financiar sus campañas militares. Con el tiempo, este endeudamiento ha creado una interdependencia financiera y ha desarrollado aún más los sistemas de contratos de la sociedad.
El desequilibrio de la fiscalidad ha provocado grandes trastornos. Por ejemplo, la Revolución Francesa de 1789 se debió en gran parte a la injusticia de los impuestos. Además, cuando las colonias americanas se separaron de Gran Bretaña, una de las razones fueron los impuestos percibidos como injustos pagados a la madre patria.
Por otra parte, las guerras han provocado grandes trastornos en la fiscalidad. A principios del siglo XX, el 10% más rico de Europa Occidental controlaba el 90% de la riqueza. Con la inflación y otras destrucciones, las guerras destruyeron más la riqueza de los más ricos. El estado de bienestar creado en Europa occidental después de las guerras se financió mediante impuestos. Después de que el impuesto sobre la renta de la Segunda Guerra Mundial comenzó a recaudarse sobre la base de una base imponible más grande, se introdujo el impuesto al valor agregado y más personas quedaron sujetas a impuestos. El impuesto sobre la renta se ha cambiado a progresivo, es decir, los más ricos deben contribuir más que los pobres. Esto puede considerarse como una consecuencia justa de los sacrificios de la gente más pobre en forma de esfuerzo de guerra y servicio militar. En la década de 1980, el 10% más rico controlaba solo el 60% de la riqueza. Esta tendencia de igualación de la riqueza ha vuelto a girar en la otra dirección en las últimas décadas.
Hoy en día, el nivel de impuestos es significativamente más alto. Los impuestos se recaudan en forma de dinero y ya no como mercancías diferentes. La decisión sobre los impuestos se hace parlamentariamente, no unilateralmente. La recaudación de impuestos la realiza el servicio civil y no se subcontrata a "muchachos" locales. El enfoque de la tributación también se ha desplazado más hacia los impuestos al consumo, como el impuesto al valor agregado o el impuesto a las ventas, y también ha aumentado la importancia de la tributación personal. A finales del siglo XX, se pasó del impuesto sobre el volumen de negocios al impuesto sobre el valor añadido. El impuesto al valor agregado se ha enfrentado recientemente a desafíos debido al crecimiento de la internacionalidad y las compras en línea, así como a la digitalización.
En los países desarrollados, la tributación se centra más en los impuestos personales, el impuesto al valor agregado y los pagos de seguridad social. En los países en desarrollo, la tributación se centra más en los impuestos corporativos. Por supuesto, los impuestos también se recaudan significativamente más en los países desarrollados.
Los altos impuestos son uno de los requisitos previos de un estado de bienestar. El impuesto al valor agregado en particular ha sido considerado, al menos en teoría, como un recaudador de impuestos muy eficaz.
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Fuentes e información adicional:
Encyclopedia Britannica: History of Taxation
Antti Kujala: Voudintileistä veroparatiiseihin, verotuksen historia, 2021
Wikipedia: Centesima rerum venalium
Virtues and Fallacies of VAT, An Evaluation after 50 years, ed. Robert F. van Brederode, 2021
Publicado: 12.12.2022
En Europa hay IVA - en EE. UU. Sales tax
En Europa, las empresas pertenecientes a la cadena productiva contabilizan el IVA pagado por el consumidor al Estado en proporción a su valor añadido. El Sales tax de EE. UU., en cambio, es facturado en su totalidad por la empresa que realizó la venta al consumidor. Sales tax se paga a los operadores locales, no al estado.